A consecuencia de la muerte del hincha del R.C. Deportivo de La Coruña, Francisco Javier Romero, en una pelea entre aficionados radicales el domingo, 30 de noviembre, en los alrededores del Calderón, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha destituido a los coordinadores de seguridad de ambos equipos, del Depor y del Atlético de Madrid.
En el Congreso de los Diputados, Martínez ha declarado que el Deportivo no facilitó información “detallada” a la Policía, de los miembros de los Riazor Blues que viajaron a Madrid, además de que no se advirtió de la venta de más de 100 entradas que el club gallego entregó a la Federación de Peñas. Ese desconocimiento, comunica, impidió a los agentes efectuar un análisis de riesgo, para prevenir la pelea con cerca de 200 ultras involucrados.
Con la muerte de Jimmy, desde el Gobierno quieren que los coordinadores de seguridad de los equipos informen de manera completa a la Policía, véase los comportamientos de los seguidores con otros equipos y declaraciones del club, así como el número de entradas vendidas con identificación del comprador, y su medio de desplazamiento. A mayores, Martínez señaló que se está desarrollando un protocolo de actuación sobre los delitos de odio, acerca de incidentes discriminatorios
