Con motivo del Día Mundial del Ictus, el 29 de octubre, se han dado a conocer los datos a nivel estatal: 36.000 muertes al año y un 40% de los pacientes padecen una discapacidad con secuelas graves durante su vida, según la Sociedad Española de Neurología, en el Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares.
Las personas que podrían ver aumentadas las probabilidad de sufrir esta patología, presentan factores de riesgo que pueden controlar como «la hipertensión, el colesterol, el tabaquismo, el sedentarismo o la obesidad… El paciente puede actuar para modificarlos, disminuir e, incluso, evitar el accidente cerebrovascular«, señala la presidenta de la Federación Española del Ictus (FEI),Carmen Aleix.
Un objetivo que se busca es la importancia de concienciar a la población para controlar estos factores, ofreciendo desde la administración información y aportación, tanto tecnológica como terapéutica, para detectar el riesgo de fibrilación auricular, la arritmia del corazón de forma rápida e irregular, que causa hasta 5 casos de ictus en España. Los principales síntomas son pérdida brusca en el movimiento o en la capacidad del habla, no tener sensibilidad de medio cuerpo, dolor súbito de cabeza, desequilibrio y vértigo, o pérdida de la visión, entre otros.
