En la Unión Europea, la segunda causa de mortalidad infantil por accidente es el ahogamiento en piscinas. A nivel nacional, cada año mueren más de cien niños menores de 14 años, al no saber nadar y ahogarse en embalses, piscinas y playas, según informa la Cruz Roja.
La prevención y crear en hábito una serie de pautas básicas se convierten en las principales medidas de seguridad. Enseñarles la práctica de la natación, inculcarles que no deben correr por el borde de la piscina y evitar que se lancen de cabeza en las zonas poco profundas, evitarían los trágicos finales.
Ante la posibilidad de que surja un imprevisto se debe contactar con el servicio 112. En cuanto a los padres, es beneficioso que conozcan las maniobras de reanimación y no se despisten en ningún instante de su hijo, pues 7 de cada 10 accidentes se producen por distracción de los familiares o cuidadores.
