En España, la nueva regulación en la financiación colectiva a través de las plataformas de Internet, denominada crowdfunding, no se encontrará limitada en los inversores profesionales, es decir, podrán destinar la cuantía que deseen a un proyecto siempre que dispongan de unas rentas que sobrepasen los 100.000 euros.
El anteproyecto de ley acotaba el presupuesto a invertir en 3.000 euros por proyecto y 6.000 euros por plataforma durante un año, medida criticada por varias organizaciones, como Zank, Lendico o Comunitae; que solicitaban un aumento en los presupuestos. El Gobierno mantiene las limitaciones pero solamente en inversores no profesionales para evitar posibles abusos.
El Ministerio de Economía adelanta acciones para impulsar las instituciones de inversión colectiva, favoreciendo las pymes, así como potenciar el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Otras iniciativas se centran en la reforma del régimen de capital riesgo para mejorar la economía nacional.
