El próximo martes, Microsoft no continuará ofreciendo soporte a Windows XP, lo que significa que no recibirá actualizaciones de seguridad, corrección ante errores, ni ofrecerá la posibilidad de asistencia técnica al sistema. Cualquier vulnerabilidad no podrá ser reparada, abriendo la vía de entrada a los software malintencionados.
Cumplidos los 13 años, Windows XP es empleado por un gran número de usuarios, un 32% a nivel mundial según un informe de la compañía de seguridad Trend Micro. A nivel nacional, las cifras rondan entre el 20% y el 25%, según Microsoft. Los antivirus podrán actualizarse pero no protegerán de manera completa la seguridad informática del ordenador.
La solución, traspasarse a Windows 7, Windows 8, Mac OS X o GNU/Linux. Si el ordenador es antiguo, es necesario comprobar si se cumplen los requisitos mínimos de memoria RAM, procesador y espacio para la instalación. Con el paso de los años, cualquier sistema operativo queda obsoleto, convirtiéndose en una amenaza colectiva para cualquier usuario en la red.
