Una dosis de felicidad, por favor

En tiempo de crisis, mantener el positivismo y conservar el buen humor se convierten en metas complejas u olvidadizas, sin embargo en otros países la felicidad se considera un principio político prioritario por encima del Producto Interior Bruto del país, como sucede en el reino de Bután desde 1972. A fecha 20 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Felicidad.

La jerarquía de las necesidades humanas, más conocida como Pirámide de Maslow, defiende que conforme se satisfacen los requisitos más básicos como los fisiológicos (referentes a la supervivencia: respiración, alimentación, descanso); de seguridad (empleo, recursos, propiedad privada); afiliación (amistad, afecto, intimidad sexual); y reconocimiento (confianza, respeto, éxito); entonces se desarrollarán los deseos más elevados, vinculados con la autorrealización.

No alcanzar los objetivos consolidan las principales causas de la infelicidad mediante el estrés, la ansiedad, el insomnio o la depresión. Desde PsicoVita, la psicóloga Paula Rodríguez, explica que estos sentimientos se derivan “del ritmo de vida que llevamos, las altas exigencias así como las metas que nos imponemos más vinculadas con los resultados que con los procesos. En ocasiones la propia forma de interpretar las cosas puede conllevar a un mayor grado de ansiedad en la persona”.

En la era actual englobada en las nuevas tecnologías, así como el móvil o las redes sociales, se han desarrollado trastornos modernos. La experta en psicología comenta que “se da un mayor número de casos en que la gente ha dejado de comunicarse por teléfono para hacerlo por las redes sociales, implicando una mayor exhibición de la vida privada. Es recomendable utilizar las nuevas tecnologías con moderación”.

El poder revolucionario de las selfies ha generado problemas mentales vinculados con depresiones, al no obtener el esperado reconocimiento del público con su aprobación. Falta de confianza, envidias, aumento del control en amigos o parejas son componentes que integran las actuales formas de comunicación. La seguridad y la autoestima a un click de la felicidad.

En relación a las adicciones, los españoles consultan el móvil una media de 34 veces al día según los datos del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), un uso excesivo que los expertos denominan como nomofobia, el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El aumento de la ansiedad surge cuando se pierde el aparato, no se dispone de cobertura, se consume la batería o el saldo, creando el temor a encontrase desconectado o aislado.

Para prevenir estas circunstancias, se recomienda a los padres que sus hijos no dispongan de conexión a la red desde sus habitaciones, estableciendo unos horarios para el uso correcto de las tecnologías. En el caso de los videojuegos, Paula Rodríguez declara que en estas adiciones “se aprecia el detrimento en las habilidades sociales. Al incrementar la estancia ante una pantalla, la persona se va aislando y disminuye el tiempo que le permite abrir su círculo social”.

A pesar de parecer que nos rodea la infelicidad, siempre existirá un espacio para la esperanza. En el reino de Bután disponen de la gratuidad de la sanidad y la educación, junto a la inexistencia del desempleo. Cuando puedan que se acerquen y nos confíen su secreto.

 

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