Tras analizar 85 puentes romanos y medievales en el noroeste de España, las investigaciones realizadas por la Universidad de Vigo han permitido desarrollar una tecnología de conservación de los monumentos sin emplear métodos destructivos, basándose en el escáner láser y el georradar.
El radar de subsuelo (GPR) está formado por una antena, una unidad de control y un ordenador. El conjunto se transporta en un vehículo móvil para ir chequeando datos sobre la calzada del puente. La información se completa con el escaneo del láser que registra las coordenadas X, Y, Z del lugar, obteniendo modelos tridimensionales del puente.
Mediante la emisión de rayos de luz y ondas, el equipo ha detectado grabados renacentistas sobre arcos romanos, como aconteció en los municipios de Piedras Albas (Cáceres) y Segura (Portugal).
Se añaden las restauraciones de la calzada de los puentes gallegos de Monforte, Cabalar, Bibei y Areas, así como el descubrimiento de materiales modernos de las aceras, en hormigón armado de los puentes de Carracedo y Loña, o el suelo en cemento en A Cigarrosa y Ourense, entre los más de 80 monumentos tratados.
