El gobierno ruandés nombra embajador en China al exjefe del Estado Mayor de su Ejército de Tierra, Charles Kayonga, procesado por genocidio desde el 2008, vinculando su responsabilidad con las matanzas de refugiados de la etnia hutu ruandeses y la población civil congoleña con 800.000 muertos.
La agencia estatal asiática Xinhua informó del nombramiento del exjefe para instalarse en el pequeño estado ruandés en Pekín, que por el momento no goza del estatus de embajador. Esta táctica se apoya en China, cuyo gobierno ejerce una fuerte presión diplomática sobre España para finalizar con la justicia universal, responsable de la imputación de los expresidentes Jiang Zemin y Hu Jintao por el genocidio en el Tíbet.
La dificultad para arrestar a Kayonga se debe en parte a sus lazos con el país británico. A principios de enero cuando el exjefe se sometía a un tratamiento médico en Londres, el juez Fernando Andreu solicitó su detención a través de Interpol, sin embargo las autoridades británicas no comunicaron ningún arresto provisional.
El juez, asimismo procesó por genocidio a 40 altos cargos militares del Gobierno de Ruanda. Por el momento, Kayonga no ha recibido las cartas credenciales del Gobierno chino que le otorgan el amparo de la convención de Viena. Actualmente podría ser detenido pero se encuentra en destino desconocido.