El Rey no tiene intención de abdicar y se compromete a ser más ejemplar y transparente

El Rey no tiene intención alguna de abdicar. En su discurso de Navidad, el Jefe del Estado no ha dejado margen alguna a la interpretación sobre este tema y ha expresado su “determinación de continuar estimulando la convivencia cívica, en el desempeño fiel del mandato y las competencias” que le atribuye el “orden constitucional, de acuerdo con los principios y valores que han impulsado el progreso” de la sociedad española.

Además, ante el desprestigio de la Monarquía, causado por los constantes escándalos de la Familia Real, el más sonado la imputación de su yerno en el ‘Caso Nóos’ y la posibilidad de que lo sea también su hija menor, el Rey ha subrayado que asume “las exigencias de ejemplaridad y transparencia que hoy reclama la sociedad”.

El Jefe del Estado ha comenzado su discurso con una mención a quienes con más dureza está golpeando la crisis, desde parados, pasando por los jóvenes y quienes han perdido su casa y  también a quienes están aportando “lo mejor de su creatividad y talento” para superar las dificultades, “emprendedores, autónomos”, sin olvidar a servidores públicos, inmigrantes, expatriados y a los pensionistas, “soporte de muchas economías familiares”.

Aunque se ha referido a los “indicios de recuperación que se están empezando a ver y que tienen que ser todavía más sólidos” –parte del discurso que habría sido incluida por el Gobierno- ha señalado que para él “la crisis empezará a resolverse cuando los parados tengan oportunidad de trabajar” porque no se puede aceptar como normal “la angustia de los millones de españoles que no pueden trabajar”.

En unos tiempos “ciertamente difíciles“, el monarca ha agradecido al conjunto de los ciudadanos que hayan dado “ejemplo de responsabilidad y de civismo” al tiempo que ha reconocido que la crisis económica que sufre España “ha provocado desaliento en los ciudadanos, y que la dificultad para alcanzar soluciones rápidas, así como los casos de falta de ejemplaridad en la vida pública, han afectado al prestigio de la política y de las instituciones”.

Juan Carlos ha enfatizado que es consciente de que la “sociedad española reclama un profundo cambio de actitud y un compromiso ético en todos los ámbitos de la vida política, económica y social”, y se ha mostrado “convencido de que todas estas cuestiones se podrán resolver con realismo, con esfuerzo, con un funcionamiento correcto del Estado de Derecho y con la generosidad de las fuerzas políticas y sociales representativas”.

El discurso de Nochebuena de este año se grabó en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela, como venía siendo costumbre hasta el año pasado, cuando se innovó haciéndolo desde el despacho del Rey. En el mismo, el Jefe del Estado, evidentemente envejecido, ha aparecido  sentado tras una mesa de trabajo, con un ejemplar de la Constitución y varios de los folios del discurso. Tras él, una foto de la reunión que mantuvo en octubre con la Fundación de Víctimas del Terrorismo.

 

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