El mundo pierde a Mandela

El suyo fue el ejemplo más sincero y tenaz de lucha contra la injusticia. El prisionero de 46664 de la Isla de Roben – el 466 que entraba en la prisión en 1964 – por oponerse al régimen racista de Sudáfrica, sostenido durante décadas por las grandes potencias, se transformó en un símbolo de la justicia durante sus 27 años de cautiverio.

Su imagen saliendo de la prisión, envejecido, contrataba con la única fotografía que había visto el mundo de un hombre alto, fuerte y joven que había sido condenado por una actividad continuada contra los gobiernos de Charles Robberts Swart, Jozua François Naudé, Jacobus Johannes Fouché y Pieter Willem Botha, durante los cuales los negros, pese a ser el 70% de la población, no podían ocupar posiciones en el gobierno y no podían votar, tampoco podían regentar negocios o ejercer prácticas profesionales dentro de las áreas asignadas específicamente para los blancos.El transporte público era totalmente segregado, tanto en trenes, buses, aviones, o inclusive los taxis de las ciudades. A los negros no les estaba permitido entrar en zonas asignadas para población blanca, a menos que tuvieran un pase emitido por la policía. Los edificios públicos tales como juzgados u oficinas de correos, disponían de accesos diferentes para blancos y negros. Las áreas asignadas a los negros raramente tenían electricidad o agua. Los hospitales también eran segregados: los hospitales para los blancos tenían la calidad de cualquier nación desarrollada, mientras que los asignados a los negros estaban pobremente equipados, faltos de personal y eran muy pocos en relación a la población que servían. En 1970 la educación de un escolar negro costaba el 10% de la correspondiente a un escolar blanco. La educación superior era de un costo casi imposible de abonar para los negros. El ingreso mínimo para el pago de impuestos era de 360 rand para los negros y mucho más alto para los blancos, unos 750 rand.

Mientras estuvo en la cárcel, la reputación de Mandela  creció y llegó a ser conocido como el líder negro más importante en Sudáfrica. En prisión, él y otros realizaban trabajos forzados en una cantera de cal. Las condiciones de reclusión eran durísimas. Los prisioneros eran segregados por raza y los negros recibían menos raciones. Los presos políticos eran separados de los delincuentes comunes y tenían menos privilegios. Mandela, como prisionero del grupo más bajo de la clasificación, sólo tenía permitido recibir una visita y una carta cada seis meses. Las cartas, si llegaban, eran a menudo retrasadas durante largos períodos y leídas por los censores de la prisión.
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Mientras estuvo en la cárcel Mandela estudió por correspondencia a través del programa externo de la Universidad de Londres, obteniendo el grado de Licenciado en Derecho. En marzo de 1982 Mandela fue transferido de la isla de Robben a la prisión de Pollsmoor, junto con otros altos dirigentes del ANC: Walter Sisulu, Andrew Mlangeni, Ahmed Kathrada y Raymond Mhlaba.

Liberado el 11 de febrero de 1990, Mandela lideró a su partido en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cosa que se consiguió en 1994 con las primeras elecciones democráticas por sufragio universal. Mandela ganó las elecciones y fue presidente desde 1994 hasta 1999, estableciendo como prioridad de su gestión la reconcialiación nacional. En 1993, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Retirado de la vida política desde su salida de la Presidencia, Madiba, como es conocido con veneración por los sudafricanos, se dedicó a extender su inmensa influencia, a colaborar en decenas de causas a favor de la concordia y de la paz y a impulsar la fundación que lleva su nombre, repartiendo su vida entre el suburbio de clase alta de Houghton, en Johannesburgo, y el pueblo de Qunu, en la empobrecida provincia del Cabo Oriental, donde nació.

Su última aparición pública fue durante el Mundial de Fútbol en julio de 2010 aunque el pasado mes de abril, la televisión difundió unas breves imágenes de la visita a su casa del presidente Zuma y otros dirigentes del Congreso Nacional Africano, la organización que él creo para combatir el apartheid.

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