Galicia

El alcalde y varios concejales de Ponteareas salen por la ventana tras un Pleno agitado

Los miembros del Gobierno local de Ponteareas han salido esta tarde por una ventana del salón de plenos al bloquear los accesos varias personas que habían entrado al Concello en medio de los Afectados por las Preferentes. Los primeros problemas se produjeron ya en la entrada del salón con forcejeos entre varias de las personas que intentaban entrar y la Policía Local. En uno de esos encontronazos, el jefe de la policía, Marcial Cernadas, quedó tirado en el suelo, pese a lo cual, según varios testigos que presenciaron el percance, “los agentes cerraron las puertas  dejándolo, solo, en el suelo, fuera”

A la protestas de los Afectados por las Preferentes se sumó la de la Federación de Padres de Alumnos, lo que hizo que el inmueble se quedase pequeño, por ello, minutos antes de que empezase la sesión, agentes de la Policía Local impidieron el paso, incluso a los concelleiros de los grupos de la oposición, PSOE, BNG y ACIP, lo cual calentó aún más los ánimos.

Pese a que no estaban en la sala la mayoría de los concejales, Salvador González Solla ordenó que empezase el Pleno, aprobándose el acta de la reunión anterior. Acto seguido tomó la palabra Xulio Vicente, portavoz de la Plataforma de afectados por las preferentes del Baixo Miño, a quien el alcalde acusó de no haberse presentado y acusó de ser un “sindicalista”.

Fue en ese momento cuando arreciaron las protestas y González Solla dio por suspendida la reunión y, a la vista de que las puertas de acceso al concello estaban bloqueadas, saltó, junto con los miembros de su equipo de gobierno, por una ventana trasera, algo que el portavoz de los afectados ha calificado de “exagerado” e “innecesario” puesto que, ha recalcado, “no había peligro alguno, nosotros no somos violentos ni hemos realizado acción violenta alguna…aunque sé que van a intentar colocarme esto, porque llevan tiempo detrás de mi”. Xulio Vicente también subrayó que entre los afectados hay personas que están “muy al límite y que tienen problemas muy serios de salud”, dificultades para dormir, estrés y depresión y que, pese a ello, “siempre han defendido sus intereses con contundencia, pero sin agredir a nadie”.

 

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