Cultura

Si, el cráneo aparecido en las obras de un aparcamiento es el de Ricardo III de Inglaterra

Aquí Ricardo III, aquí unos amigos

Aparecen reyes por todas partes…muertos, muertos. Si hace menos de un mes se descubrió que la calavera que guardaba un jubilado era la real cabeza de Enrique IV de Francia, ni más ni menos que el fundador de la Casa de Borbón, este lunes se ha sabido que unos científicos británicos han certificado, sin género de dudas, que el esqueleto, formado por un cráneo y una espina dorsal curva escindida, sepultado bajo un aparcamiento corresponden al rey Ricardo III de Inglaterra.

El misterio sobre la suerte que hubiera podido sufrir el último rey inglés que murió en el campo de batalla, se remonta a hace 500 años, y las noticias que se tenían sobre este monarca se las debemos, en buena parte William Shakespeare, que lo describió como un tirano monstruoso que asesinó a dos príncipes en la Torre de Londres, murió luchando contra su eventual sucesor, Enrique Tudor, en la batalla de Bosworth Field, ocurrida en el centro de Inglaterra en 1485.

Un equipo de arqueólogos e historiadores de la Universidad de Leicester, dijeron que las evidencias mostraron que un esqueleto que se encontró el año pasado durante las excavaciones de un convento medieval bajo un estacionamiento en la ciudad es en realidad el del desaparecido Ricardo que, como era de esperar, no ha podido escuchar aquello de ‘God save de king’…bueno, ni él ni ningún británico desde 1952.

 

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