Salirse por la tangente. Esto es lo que hizo este viernes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando fue preguntado sobre la imputación dentro de la Operación Pokémon del alcalde popular de Santiago, Ángel Currás.
«Hoy vengo a otra cosa», con esta frase Rajoy despachó a los periodistas que, aprovechando el acto de imposición de la Gran Cruz de la Orden Isabel la Católica al ex presidente de la Xunta, Gerardo González Albor, quisieron conocer su opinión al respecto.
Fue ayer cuando supimos que Currás había sido imputado por un presunto delito de tráfico de influencias. El propio regidor declaró públicamente que es «inocente» y que acudirá a los juzgados de Lugo con la «máxima tranquilidad».
Además de él, y de la concelleira de Educación, Rebeca Domínguez, también ha sido citado a declarar como imputado el jefe de gabinete de la Alcaldía compostelana, Francisco Castro.
Currás es el cuarto alcalde gallego imputado en el marco de esta investigación sobre supuestas irregularidades en adjudicaciones públicas. Los otros dos son el ex regidor de Ourense Francisco Rodríguez (PSOE) , el de ex alcalde de Boqueixón (A Coruña) Adolfo Gacio, del PP, y el primer edil de Lugo, el socialista José Clemente López Orozco.
