Dos afectados por la compra de participaciones preferentes, un hombre de 63 años, que “nunca” firmó contrato de ninguna clase”, y una mujer en cuya familia se han visto afectados, también, su madre y su hija, están desde este viernes acampados ante una de las sucursales de Novagalica Banco en Cangas. Según han declarado, vana seguir allí “mientras aguantemos” o “hasta que nos devuelvan nuestro dinero”.
Ambos recurrieron, en mayo, al arbitraje del Instituto Galego de Consumo, “pero hasta ahora no nos han dicho nada”, por lo cual, pasados casi 7 meses han decidido , “porque estamos en una situación muy extrema, en la que nos hace falta un dinero que es nuestro y que nos han quitado”, emprender esta acción.
No son los únicos. Un grupo de personas siguen turnándose para mantener el encierro que iniciaron hace varios días en un cajero, de la misma entidad, en Gondomar, “y no nos vamos hasta que haya una sentencia judicial que nos obligue”. Una de las participantes en el encierro ha señalado que la Guardia Civil le ha pedido que abandone su actitud y que le ha pedido el carné de identidad y su teléfono, pero que “ni con esas me voy, si quieren que lo deje que nos den nuestro dinero”.