Decenas de miles de griegos abarrotan, a la hora de redactar esta información, la plaza Sintagma, donde se encuentra la sede del Parlamento griego. Han sido convocados por los dos grandes sindicatos del país, GSEE y ADEDY, para protestar contra los presupuestos elaborados por el Gobierno de Antonis Samaras, que se aprobarán previsiblemente esta misma noche y que incluyen más impuestos y bajadas en salarios y pensiones, entre otros recortes, por un total de 9.500 millones de euros.
Los concentrados, que no han parado de gritar y corear consignas desde que ocupan la plaza, exigen al Ejecutivo que dé marcha atrás. Sin embargo, parece difícil que sea así, el partido Nueva Democracia de Samaras se ha mostrado confiado en sacar lograr los votos necesarios para la aprobación de los presupuestos, algo casi seguro teniendo en cuenta que sus socios, los socialistas del PASOK, y DIMAR, han comprometido su voto favorable, lo que significa el apoyo de 165 diputados de los 300 del Parlamento.
Estos presupuestos han sido pactados con la ‘troika’ –Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Unión Europea– a cambio del desbloqueo del siguiente tramo del rescate.
