No es solo que lo crea Amnistía Internacional o la Unión europea, es que los hechos no pueden ser más descriptivos. El presidente Alexander Lukashenko ha mandado detener a varios opositores los días previos a los comicios, una práctica que ya puso en funcionamiento en las Presidenciales de hace dos años y que, en el país nadie descarta que repita hoy.
Y es que no ha habido, dese 1995, unas elecciones en Bielorrusia que no hayan sido cuestionadas por los observadores internacionales. Amnistía Internacional ha publicado un informe en el que denuncia arrestos de activistas de oposición en las manifestaciones contra Lukashenko celebradas a principios de mes en Bielorrusia, donde la ONG ha observado “un deterioro sin precedentes de la situación de los Derechos Humanos”.
Entre los detenidos está el activista Yahor Viniatski, condenado a siete días de “detención administrativa”, dos miembros de las juventudes de oposición a Lukashenko, el grupo Zmena, hechos a los que hay que sumar las palizas que ha dado la policía a varios periodistas, nacionales e internacionales, y que han sido denunciadas reiteradamente.
Para conseguir que los ciudadanos vayan a las urnas, el gobierno ha aprobado un programa de festividades que la oposición ha aprovechado para pedir la abstención. Algo comprensible si de considera que el parlamento, de acuerdo con la legislación bielorrusa, tiene competencias poco menos que ceremoniales estando supeditado, completamente, a la voluntad del presidente.
Los dos principales partidos de oposición, el Partido Cívico Unido y el Frente del Pueblo Bielorruso, han anunciado que boicotearán las elecciones parlamentarias de este domingo y han invitado a los ciudadanos a “ir a pescar o visitar a sus padres” en lugar de ir a las urnas.
“La gente honesta no puede participar en las pseudo-elecciones a un Parlamento falso”, ha defendido Anatoli Lebedko, líder del Partido Cívico Unido, durante un mitin en el que la formación anunció que retiraba a sus 38 candidatos de los comicios.
“Sé que no seré elegido y no es porque la gente no votará para mí”, ha afirmado Grigoriy Kostusev, ‘número dos’ del Frente del Pueblo Bielorruso, que también ha anunciado que retira a sus 31 candidatos.
