Decenas de personas se han concentrado desde primera hora de la mañana de este jueves en el barrio de A Tarela, parroquia de Camos, en Nigrán, para evitar que se ejecute la orden de derribo de una casa del lugar. La misma pertenece a Santiago Piñeiro, albañil, a su mujer, Ana Taboada, y a sus dos hijas.
Los tribunales dieron la razón a Rafael Costas, padre de la concelleira de Personal de Nigràn, Ana Rosa Costas, del PP, quien denunció a este matrimonio por carecer de la correspondiente licencia de obra para construir su vivienda. Resulta que la casa está al lado de un aserradero, propiedad de Rafael Costas que, curiosamente, también carece de los correspondientes permisos y que, además está sobre un castro protegido por la Xunta.
Santiago y Rosa, quienes denunciaron a Costas hace años, esperaban que el Plan General de Ordenación Urbana de Nigrán, que está en fase de redacción, legalizase su casa, pero no ha sido así, tal y como les comunicó el concello que, sorprendentemente, no ha actuado por la ilegalidad del aserradero.
“Nos han puesto una multa de 8.000 euros,que pagamos a razón de 250 euros al mes”, comenta Ana Taboada a vigoalminuto, al tiempo que se pregunta “cómo es posible que quieran tirarnos la casa,después de casi 20 años y no pase nada con el aserradero, que se construyó mucho más tarde”.
Su marido recuerda que cuando se levantó la vivienda estaba sobre un solar edificable y que, por lo tanto, no se hizo de manera ilegal. Pese a ello, la Policía Local se presentó, pasadas las 9, y notificó a este matrimonio, que iba a realizarse el derribo… si se puede, puesto que las decenas de vecinos que se han concentrado ante la casa, además de mostar su solidaridad, han aparcado sus coches en el camino de acceso, por lo cual las máquinas que venían a tirar el inmueble no pueden pasar.
A la hora de redactar esta información, están pendientes de la decisiòn que tome la Guardia Civil, que se mantiene a varios metros de la vivienda, en cuyo interior se han situado los vecinos.
