El presidente Putin, ha viajado este sábado a la localidad de Krimsk, la más afectada por las graves inundaciones que se han cobrado desde el viernes más de un centenar de vidas en Rusia. Putin ha mantenido una reunión con varios ministros y con representantes de los organismos que participan en las labores de búsqueda y ayuda. El mandatario se dirigía, a la hora de redactar esta información, hacia Gelendzhik, en el Mar Negro, también afectada por las lluvias torrenciales. Sólo en Krimsk hay 96 muertos a causa de la inundación que arrasó el pueblo la madrugada del viernes al sábado, sorprendiendo a las víctimas en la cama.
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Aunque varios representantes políticos han señalado como culpables a los responsables de la presa de Neberdzhayevsk, las autoridades de Krasnodar niegan que haya sido así, y achacan esta tragedia a un invierno demasiado caluroso, que ha derretido decenas de miles de kilómetros cuadrados de nueve haciendo que aumenten el caudal de los ríos, algo similar a lo que pasó, en esta misma región, hace 10 años, cuando las inundaciones causaron 60 muertos.
