Así se plasma en los Presupuestos Generales del Estado que aplican un recorte del 33% a las centrales sindicales, tal y como había anunciado el Gobierno el pasado 30 de diciembre, cuando adelantó un paquete de reducciones a partidos políticos y organizaciones empresariales.
Exactamente, las formaciones políticas dejarán de percibir de las arcas públicas un 13,2% de lo que ingresaban, quedándose en 113,7 millones de euros, que abarcan asignaciones para su financiación, seguridad y convocatorias electorales. Por lo que se refiere a los sindicatos, el recorte es mayor que el anunciado el 30 de marzo, un día después de la huelga general, cuando se adelantó que sería de algo más de 6 millones de euros (1.000 millones de las desaparecidas pesetas). Las cantidades que se retraerán se computarán, principalmente, a la partida de Aportaciones de Empleo, que pasa de los 22,3 a los 16 millones, un 28,4% menos, a ellos se suman las aportaciones que hacían el Ministerio del Interior, un 20% menos, Hacienda y Administraciones Públicas, -40%, Educación y Cultura, -84% y las del departamento de Agricultura, que se suprimen en su totalidad, en conjunto, 2,2 millones más que, unidos a los más de 6 millones mencionados, computan 8,5 millones.
Por su parte, en las asignaciones referidas a la compensación económica por participación de los agentes sociales en los órganos consultivos, que cobran patronal y centrales sindicales, se detraen 3,3 millones, casi un 30% de lo que se les transfería hasta este año.
