Tan es así, que ni el mismísimo servicio de inteligencia británico, el famoso MI5, ha podido desentrañar el misterio. Ni una parte minúscula de él. Las investigaciones realizadas por los espías ingleses no han podido, siquiera saber cuál era su nombre, el lugar donde nació o la fecha. Las investigaciones surgieron a raíz de las sospechas estadounidenses de que Chaplin era simpatizante comunista, las cuales motivaron que el FBI pidiera al MI5 británico, en 1952, que investigara su pasado. Creían que era un simpatizante de izquierdas y que estaba usando un apodo ya que su verdadero nombre era Israel Thornstein.
También se dio por bueno que la mayor estrella del cine había nacido el 16 de abril de 1889 en el sur de Londres, pero una exhaustiva investigación de la Inteligencia Británica no halló partida de nacimiento allí, según revelan los documentos desclasificados por la agencia de espionaje este viernes.
“Es muy inusual, particularmente tras una investigación del MI5, que la fecha y el lugar de una celebridad tan conocida como Charlie Chaplin siga siendo tan misteriosa”, dijo el profesor Christopher Andrew, historiador oficial del MI5. El archivo muestra que nadie llamado Charles o Israel nació el 16 de abril, y una investigación más pormenorizada sobre las sugerencias de que Chaplin hubiera nacido en Francia, cerca de Fontainebleau, también resultó infructuosa.
“No podemos encontrar pruebas de que el nombre de Chaplin es o haya sido alguna vez Israel Thornstein, ni podemos encontrar ninguna prueba de la existencia de tal persona”, dijo el MI5 en una carta a la embajada estadounidense en Londres. “No hemos sido capaces, sin embargo, de descubrir ningún otro nombre por el que ha sido conocido”, reconocieron.
Andrew indicó que las nuevas pruebas, que surgieron el año, pasado sugerían que Chaplin nació en una caravana que pertenecía a una mujer conocida como la “Gypsy Queen” (reina gitana) en el centro de Inglaterra y que su madre era miembro de una comunidad nómada. La información estaba en una carta, hallada en un cajón cerrado, que le envió a Chaplin unos años antes de su muerte en 1977 un hombre llamado Jack Hill, que dijo que la dueña de la caravana era su tía.
Durante su carrera, Chaplin desató la polémica con películas abiertamente políticas como El gran dictador, una parodia sobre el líder nazi Adolf Hitler o Un rey en Nueva York, una sátira sobre los temores anticomunistas en América. Por ello,desde los años 20, las autoridades estadounidenses sospechaban que era simpatizante comunista, una acusación que él siempre negó, y por la cual le fue rechazado un permiso para entrar de nuevo en Estados Unidos cuando dejó el país en 1953, yéndose a vivir a Suiza.
Ahora se sabe que el FBI se equivocaba, “puede ser que Chaplin sea un simpatizante comunista, pero con la información con la que contamos, no parece ser más que un progresista o radical”, escribió un oficial del MI5.