China está a siglos de distancia…concretamente a 27. Este lunes ha entrado en el 4710, el año del Dragón, un símbolo para un país en el que la tradición y el desarrollo encajan con la misma naturalidad con la que Wang Fei, profesora de la Escuela Oficial de Idiomas, explica, en un asombroso castellano, cómo viven sus compatriotas el cambio de año. Vestida de rojo, el color con el que los chinos conmemoran esta fecha, sostiene el micrófono en una mano mientras con la otra mueve el ratón que hace pasar las figuras que proyecta la presentación en power point, Wang habla de la Leyenda de Nian, el porqué se cuelgan banderas rojas y se lanzan petardos, hay papeles escritos con bendiciones y buenos augurios por toda la casa , porqué es mejor no barrer los primeros cinco días del Año Nuevo Lunar, o cuándo hay que decir “sui sui ping an”.
No se sabe quien o cuando estableció el calendario con animales, ni de cuando son las leyendas que lo relatan que, pese a no tener nada de científicas, han entrado en las costumbres de este pueblo que se ha ido extendiendo por todo el mundo. El del Dragón está llamado a ser un gran año para los chinos, además de representar la sabiduría y la honestidad, es el símbolo nacional de China, y con él se inicia una época de para cambios que marcarán a las nuevas generaciones.
¿Sabrían todo esto los nueve alumnos de la Escuela de Idiomas que ayer dieron la bienvenida al nuevo año haciendo de dragón? No lo parecía… aunque en esto no podemomos hablar: tampoco parecía que un país al que hasta hace no tanto relacionábamos con el oso Chu Ling y con la Gran Muralla, estuviese a punto de convertirse en la primera potencia mundial. Pues por esto y por el año del Dragón, 新年快乐！
