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Guantánamo, 10 años después: un ataque descarado y consentido a los derechos humanos

En opinión de Amnistía Internacional (AI), la no clausura por parte del gobierno estadounidense del centro de detención de Guantánamo supone un legado tóxico para los derechos humanos. Hoy se cumple el décimo aniversario del traslado de los primeros detenidos a esta conocida prisión estadounidense.

En un informe publicado con motivo del aniversario, titulado Guantánamo: A Decade of Damage to Human Rights, AI pone de relieve el trato ilegítimo que se inflige a los detenidos de Guantánamo y expone las razones por las que el centro de detención sigue representando un atentado contra los derechos humanos. “La vulneración de derechos humanos por parte del gobierno estadounidense comenzó el primer día de detenciones en Guantánamo. Diez años después, esta situación continúa”.

Pese al compromiso del presidente Obama de cerrar el centro de detención de Guantánamo antes del 22 de enero de 2010, en diciembre de 2011 el centro albergaba todavía a 171 hombres. Al menos 12 de los trasladados a Guantánamo el 11 de enero de 2002 seguían recluidos ahí. “En contra de este compromiso, el gobierno dejó claro en enero de 2010 que cabía la posibilidad de que cuatro docenas de los detenidos de Guantánamo no fueran enjuiciados ni puestos en libertad, sino que permanecerían en detención militar indefinida sin cargos ni juicio penal en virtud de la interpretación unilateral de Estados Unidos de las leyes de la guerra”, aseguran los responsables de Amnistía Internacional. “Así, parece lógico pensar que el gobierno de Obama ha adoptado el marco de la guerra global ideado durante la presidencia de Bush”.

El centro de detención de Guantánamo se convirtió en un símbolo de tortura y otros malos tratos cuando se abrió, cuatro meses después de los atentados del 11-S. Entre los detenidos que siguen ahí en la actualidad hay personas que fueron sometidas a tortura y desaparición forzada por Estados Unidos antes de ser trasladadas a Guantánamo. La rendición de cuentas por estos crímenes de derecho internacional cometidos en un programa de detención secreta gestionado bajo la autoridad presidencial es escasa o nula. El gobierno estadounidense viene bloqueando sistemáticamente todos los intentos de los ex detenidos de obtener una reparación por estas violaciones.

Por eso, Amnistía Internacional ha abierto una ciberacción a través de su página web www.actuaconamnistia.org a la que cualquier persona puede sumarse para pedir al presidente de Estados Unidos, Barak Obama, que aborde de una vez por todas las detenciones de Guantánamo: liberando a todos los detenidos que no hayan sido acusados y procesados con las debidas garantías; prohibiendo el uso de comisiones militares; abandonando la pretensión de imponer la pena de muerte a algunos detenidos y llevando ante la justicia a los responsables de la administración estadounidense que hayan cometido violaciones de derechos humanos.

 

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