Como ya hiciera en el pasado Toyota con su problema en el acelerador, ahora es Honda la que acaba de confirmar que sí, que existen fallos graves en los airbag instalados en sus vehículos fabricados entre 2001 y 2002.
Precisamente, dicho fallo fue el causante de la muerte de dos ciudadanos en Estados Unidos, hace ahora dos años.
Al parecer, el airbag colocado en los Honda tienen tanta presión que cuando se activa puede explotar y tirar hacia el conductor partículas tanto metálicas como de plástico ocasionando graves lesiones, incluyendo, la muerte.
Honda ha perdido ya 1.500 millones de euros por este motivo y calcula que unos 450.000 vehículos en todo el mundo podrían tener esa anomalía tan peligrosa.
Por eso, desde Honda aconsejan que los propietarios de sus modelos de los años 2001 y 2002 vayan a los concesionarios a repararlos, sin coste alguno para el cliente.
