Los fados portugueses y los mariachis mexicanos están de enhorabuena porque la UNESCO los acaba de elevar a las nubes. Ambos han sido declarados como Patrimonio de la Humanidad.
Al igual que nuestro flamenco español que también goza de esta distinción desde hace un año, ahora México y Portugal celebra que, por fin, la UNESCO les haya reconocido a lo grande sus principales músicas tradicionales.
Pero el mariachi y el fado no han sido los únicos que han conseguido ese reconocimiento universal de mano de la UNESCO, junto a ellos también están el saber tradicional de los chamanes jaguares del Yuruparí de Colombia y el peregrinaje al santuario del Señor de Qoyllurit’i de Perú.
Asimismo, se suman a la lista la equitación de tradición francesa, las sombras chinas y el ritual de edad de Lovaina.
