Los especuladores, los mercados o las entidades financieras han conseguido que en dos países de la Unión Europea, Grecia y ahora Italia, gobiernen primeros ministros que no han sido elegidos por los ciudadanos. El último en obtener la confianza del Parlamento ha sido Mario Monti, propuesto por el presidente Napolitano para el puesto y que debe de encargarse de intentar sacar a su país de una crisis económica que, además de ahogar sus cuentas públicas, con un déficit que multiplica por 1,5 su producto interior bruto, está contagiándose a otros estados de la Unión, como España.

Por 556 votos a favor y 61 en contra, Monti ha alcanzado la confianza necesaria para, como ha anunciado, formar un gobierno constituido, no por políticos, sino por especialistas, lo que se conoce con el pomposo nombre de ‘tecnócratas’ que, como primera medida, aprobará las reformas económicas exigidas por la Unión Europea con el fin de recuperar la confianza, no de los ciudadanos, sino de los mercados.

Monti, quien ya ha anticipado que la salida de la crisis no está asegurada y que los italianos deberán de hacer “grandísimos sacificios”, presidirá el lunes su primer Consejo de Ministros, 24 horas más tarde viajará a Bruselas y el miércoles estará con el presidente Sarkozy y la canciller Merkel con quienes, como ha anunciado, tiene intención de crear una alianza a tres.


 

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