Los responsables de la misma lo han calificado de “parada no programada” del reactor a consecuencia de las “altas temperaturas” en el sistema de refrigeración del mismo. La mencionada parada se ha realizado como «medida preventiva, y “antes de que se alcance el nivel que conlleva una parada automática del reactor».
Los técnicos han subrayado que “los sistemas de seguridad han actuado correctamente» y añaden que este suceso «no ha supuesto riesgo para las personas ni para el medio ambiente» y “se clasifica de forma preliminar como nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES)”.
