Eso es lo que le han pedido los yemeníes en manifestaciones multitudinarias, que han superado los 3 millones de personas en todo el país, y eso es lo que ha anunciado que hará…”en los próximos días”. Alí Abdulá Salé, ha desvelado que dimitirá, eso sí, sin un plazo claro y sin aclarar si será un gobierno civil o militar el que se haga cargo de Yemen tras 33 años de poder absoluto.

“Hay hombres, bien militares o civiles, que asumirán el poder”, declaró el presidente, quien adelanto que convocará sendas reuniones con el Parlamento y con la Shura, el consejo de notables, “en las que se tomarán importantes decisiones”.

En contra de lo que ha demostrado desde 1978, cuando accedió a la Presidencia, Sale recalcó en su discurso, televisado,”rechazo el poder y lo seguiré rechazando, y abandonaré el poder en los próximos días”. Pero no es que tenga mucho crédito: ya en 2006 anunció que no se presentaría y fue elegido con un nada sospechoso 80% de los votos.

La activista opositora yemení Tawakul Karman, recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz, desde luego, no cree al presidente, “en general, no le creemos, por eso seguiremos adelante con la revolución pacífica hasta que Salé entregue el poder que ha robado al pueblo revolucionario”.


 

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