Aunque el alcalde se ha comprometido a dar “celeridad absoluta” a las obras para adaptar la antigua Escuela de Hostelería, no hay aún autorización de Benestar. Sin este permiso, que Abel Caballero ha calificado de simple trámite, no sería posible destinar el inmueble a es esta función, algo especialmente preocupante a pocos días de que se acabe el verano.
Sobre la existencia de un plan alternativo para acoger a quienes están en la calle, el alcalde ha reiterado que “vamos a acelerar las obras al máximo” y ha recordado que la inversión en las mismas “que ya está presupuestada y disponible” es de medio millón de euros, una cantidad similar a la que se destinará cada año a mantener este albergue provisional.
