Parece que ha llegado un poco de calma a las calles londinenses y a las de las otras ciudades que también se sumaron estos días a la ola de violencia callejera que ha desatado gravísimos disturbios. En total, han fallecido 5 personas: el joven de color de 29 años que fue el detonante de las protesas, 3 mulsumanes y otro chico más.
Los culpables de esa tranquilidad han sido los miles de policías que llevan patrullando todos los rincones conflictivos de Inglaterra. Si bien se detectaron pequeños altercados, la situación comienza a distar bastante de lo vivido estos días.
Sólo en Birmingham se desplegaron más de 6.000 policías, pero son hasta 16.000 los agentes dirigidos desde el Gobierno de David Cameron. Hubo refuerzos policiales en Londres, Manchester Bristol, entre otras localidades.
