CARMEN GARCÍA RIVAS – SATSE GALICIA/ Con esta cÉlebre y regia frase, conocida por todos y en todas la latitudes, pretendo expresar mi disconformidad con lo dicho recientemente por el líder del partido de la oposición, D. Mariano Rajoy, al respecto de reclamar y pretender imponer la colegiación “obligatoria” a todos los profesionales de la salud universitarios que trabajen tanto en el ámbito público como en el privado.
¡Pues valiente favor le hace a su partido! Debe saber el candidato a presidente que una muy amplia mayoría de profesionales, tanto enfermeros como médicos, están en contra de la imposición de colegiarse y defendemos que sea de carácter voluntario y sobre todo los que trabajan en la sanidad pública y no por ello estamos en contra de la colegiación, -cada uno es libre de decidir-, pero en estos tiempos en donde nos llegan los aires de Europa y sus directrices con respecto a la libre competencia, libre circulación y otros asuntos, suena anacrónica la obligación, suena discordante el no escuchar a los discrepantes, suena a demagogia cuando se dice por parte de los colegios que las administraciones pasarán a tener el control del profesional…, que si la deontología…
En fin, y suena a risa cuando en el ejecutivo de Zapatero hay dos Ministerios que opinan de distinta manera sobre este asunto y la futura Ley que se pretende. Mientras tanto en los Parlamentos Autonómicos, algunos ya han ido avanzando sobre Leyes más conciliadoras en cuanto a la voluntariedad y en otros como en Galicia hemos retrocedido; con este panorama pido un poco de coherencia y sentido de estado por parte de los que nos gobiernan y si lo van a hacer de carácter obligatorio, prepárense porque va a haber un aluvión de reclamaciones en cuanto a que las cuotas las asuma la propia administración; o sea, todos los ciudadanos.
¡Mejor callado Sr. Rajoy, como hasta ahora o como casi siempre!
