Espinacas recolectadas a 100 kilómetros de Fukushima multiplican por 27 la radiactividad permitida

La radiactividad liberada a la atmósfera por la planta Fukushima-1 es mucho mayor de la que aseguraban las autoridades. Según publican varios medios de comunicación japoneses, la radiación detectada en espinacas procedentes de una región situada a 100 kilómetros al sur de la planta superan en 27 veces el nivel de seguridad establecido por las autoridades sanitarias. Las mismas han encontrado durante unos análisis que un kilo de espinacas cultivadas al aire libre contienen 54.000 becquerelios de yodo radiactivo, frente al máximo de 2.000 becquerelios fijado por la Ley de Higiene Alimentaria japonesa. Además, la muestra contiene 1.931 becquerelios de cesio, casi el triple de los establecidos como máximo legal. Esta circunstancia se ha repetido en otras regiones alejadas de la central, como la localidad de Kaibaraki, a 75 kilómetros, donde los niveles superan los 24.000 becquerelios de yodo y 690 de cesio, lo mismo que en Ibaraki, aún más alejada de Fukushima-1.

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