Sólo Irlanda, bajo tutela de los 27, nos gana. Desde que la revuelta árabe amenazaba con llegar a las calles hace ya un mes, el precio del combustible en España ha crecido un 1,06%, cuatro veces más que en el resto de los países de la Unión Europea y 56 veces más que en la eurozona. Algo que ha llevado al Gobierno a tomar medidas tan de los años 70 como rebajar la velocidad en autopistas y autovías para fomentar el ahorro. Un aumento que se dispara en el diésel, con una subida del 3,07% frente al 1,9% de la Europa de los 27 y el 2,2% de la eurozona.
Ahora sólo queda la esperanza de que el aumento de producción de Arabia Saudí, que producirá 700.000 barriles diarios extra para compensar la situación en Libia, mantenga a raya el precio del Brent, ahora sobre los 112 dólares. El récord histórico lo tiene 2008, con unos 150 dólares por barril, algo que afectaría mucho a las arcas españolas: cada 10 euros que sube el barril le cuestan al Gobierno 6.000 millones de euros.