No ha habido heridos ni víctimas mortales más que el mismo autor del atentado. Un hombre ha fallecido esta mañana a la entrada de un supermercado al norte de Moscú al inmolarse haciendo explotar una granada después de haber aparcado el coche y caminar hacia el comercio murmurando cosas incomprensibles, según aseguran algunos testigos de la explosión.
No ha sido el único susto en las últimas semanas, ya que dos centros comerciales de la capital rusa fueron desalojados en los últimos días por amenazas de bomba falsas. Desde el último atentado suicida, a principios de año en una terminal del aeropuerto de Domodédovo, la ciudad vive en permanente estado de alerta.