Una reforma que es sinónimo de despedirse de las especialidades. El Ministerio de Economía, según recoge Cinco Dïas, pretende reformar la ingeniería suprimiendo las 17 ramas que existen en este momento, consideradas dentro del contexto europeo como anomalías exclusivas y excluyentes. Según el documento, datado el pasado 15 de diciembre, la reforma acabaría permitiendo a cualquier ingeniero desenvolver su actividad en cualquier rama y especialidad, sin necesidad de cursar una ingeniería específica.
Aunque en teoría la reforma no conllevaría la modificación de los títulos universitarios, al desactivar las especialidades se crearía un único grado de ingeniería en España, algo que no ocurre en ningún país europeo y que permitiría por ejemplo que un ingeniero de caminos ejerciera como agrónomo al compartir «un núcleo común de conocimientos suficientes para habilitarles a realizar todas las funciones que tienen los ingenieros». Algo con lo que el colectivo de ingenieros no está muy de acuerdo.
