Al menos eso es lo que pasó durante el año pasado. La crisis económica ha hecho que alrededor de 1.000 se hayan ido de Vigo en búsqueda de otros lugares donde tengan más posibilidades de encontrar un empelo. Esos son los datos que maneja el Concello, quien ha notado un descenso, a falta de cerrar el padrón municipal desde los 17.870 que había en 2009 a menos de 17.000 en 2010. Estos datos, según la concelleira de Benestar Social, se constata en la reducción de consultas y expedientes abiertos en la Oficina Municipal de Inmigración (OMI): de 1004 hace dos años, se ha pasado a 821 el pasado y el número de expedientes ha descendido de 853 a 679, en el mismo período.
María Méndez ha explicado que la mayoría de los mismos, 375, son de arraigo social y regularización de menores, especialmente de personas procedentes de Brasil, Portugal, Colombia y Argentina, detectándose un aumento de los ciudadanos originarios de Rumanía y China. Méndez ha destacado el funcionamiento del Plan Municipal de Inmigración, aprobado hace un año, que ha supuesto la contratación de una mediadora intercultural, la puesta en marcha de un servicio de traducción, con 67 servicios prestados la puesta en circulación de una guía de ayuda, un servicio de búsqueda de empleo, además de cursos de gallego y castellano.