Si esperaban ver a Obama en alguna terraza echándose un pitillo, pierdan toda esperanza. El presidente ha dejado de fumar. Lo ha confirmado su mujer quien ha confirmado la noticia a ‘Ok Magazine’. Michelle ha asegurado que Barak lleva un año ya sin dar una calada y aunque quiso dejar claro que ella le hubiese obligado a ello, sí repitió lo que siempre había asegurado a los periodistas el propio presidente “siempre ha querido dejarlo”.
Obama se convierte así en el principal valedor de la campaña de su gobierno para conseguir que los norteamericanos dejen este vicio que se cobra la vida de centenares de miles de americanos cada año. El mandatario es un ejemplo perfecto de fumador y nunca ha negado que hubiese intentado quitarse, “me lo he propuesto es veces y he fracasado las tres”, declaró en alguna ocasión, aunque sí que lo hiciese delante de sus hijas.
