ANTONIO ALBALADEJO/De los palos y los látigos, que ayer emplearon los partidarios de Hosni Mubarak para atacar a sus opositores, se ha pasado a las pistolas. Pero ni así el presidente, que se aferra al poder en contra de la voluntad popular, ha logrado acabar con las manifestaciones que exigen su dimisión. Estas continúan en la Plaza Tahrir de El Cairo, donde los enfrentamientos se han recrudecido hasta el punto de que, pasadas las 4 e la madrugada, cinco personas habían resultado muertas después de que los defensores del ’Rahis’ abriesen fuego contra los miles de personas que exigían el fin del régimen. A ellos hay que añadir, al menos, 25 heridos, según informa la cadena de televisión Al Algarabiya que, hace sólo unos minutos, estaban siendo atendidos en la misma plaza por varios médicos.Otra cadena de televisión, Al Yazira, ha asegurado que un diputado del Partido Nacional Democrático (PND) afín al presidente, ha contratado a mercenarios para ajusticiar a 50 opositores en la localidad de Zagazik, al norte de la capital. Se trata de Magdy Ashour, un radical defensor de Mubarak que estaría detrás de varias de los 145 asesinatos y miles de manifestantes que han sido heridos durante estos días en Egipto.
Al tiempo que la batalla campal se desarrolla sin fin en las calles de la capital, el vicepresidente y hombre que se cree podría suceder a Mubarak, Omar Suleiman, ha condicionado el inicio del diálogo con los partidos opositores al fin de las manifestaciones y al respeto del toque de queda, que rige desde las 3 de la tarde, y ha pedido a los ciudadanos que “vuelvan a sus casas”, un llamamiento que ni ha sido respetado por los ciudadanos que exigen el fin de la era Mubarak ni ha hecho respetar el Ejército que, según noticias de última hora, estaría detrás de la agresión a un equipo de la CNN que informa desde el centro de El Cairo.
