La subida del 15% en el mercado ha colmado la paciencia del Gobierno de Bolivia que, a través de la Autoridad de Fiscalización de Empresas, ha amenazado con retirar todos los permisos comerciales a Embol, la compañía encargada de embotellar los productos de Coca-Cola. Aunque sabe que se granjeará muchos enemigos, el gobierno de Evo Morales llevará a cabo una investigación para determinar si hay que sancionar económicamente a la firma o si hay que retirar de forma total la licencia de comercialización.
Además de haber subido los precios de forma desorbitada sin motivo aparente, el Gobierno investiga la legalidad de la operación de compra de 1,3 millones de quintales de azúcar el año pasado por la empresa, lo que produjo una escasez de producto en el mercado interno del país que, añadido a la sequía, favorecieron la especulación y el contrabando a Perú.
