No hablamos sólo del caso de Manuel Fraga, por la edad, se entiende: Galicia es una de las 11 comunidades autónomas de España en la que está regulado algún tipo de beneficio para los ex presidentes de la Xunta. En el caso gallego los ex dirigentes pasan a formar parte del Consello Consultivo de Galicia, en el Parlamento, hasta un máximo de 12 años, por lo que cobrarían unos 67.000 euros anuales. La otra opción, incompatible con la primera, sería cobrar el 60% del sueldo de presidente durante los dos años que siguen a su mandato, lo que implicarían cerca de 50.000 euros al año.
Lo que sí contempla, como ocurre en otras cuatro autonomías (Andalucía, Cataluña, Extremadura y País Vasco), es que la compensación será en función del tiempo que el presidente permanezca en el cargo. En el caso de Fraga, 16 años nada menos. Aunque Galicia no tiene la legislación más extraña.
En Cataluña el presidente del Parlamento también puede disfrutar del 80% de su sueldo durante cuatro años, el lehendakari vasco percibe una pensión vitalicia que supone la mitad del salario del actual mandatario, en Extremadura al llegar a los 65 años tienen derecho a una pensión permanente del 60% de su sueldo como presidente, igual que en Andalucía. Mientras, Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria y Murcia no tienen ninguna regulación sobre las compensaciones a los ex presidentes autonómicos.
