Cáritas no da abasto: de las 25.000 personas sin hogar que atendía en Galicia en 2008 han pasado a las cerca de 60.000 que esperan atender hasta final de año. Y no hay motivos para la esperanza: si ahora algunos centros de esta entidad ya tiene que estar dando cita previa ante la alta demanda, todas las previsiones apuntan a que en 2011 la avalancha será mayor a medida que se vayan acabando las prestaciones por desempleo.
La crisis lleva a las dependencias de Cáritas cada vez a más jóvenes. Mientras, el perfil mayoritario sigue siendo un hombre de entre 40 y 50 años, el 95% de ellos de nacionalidad española y la mayoría procedentes de hogares desestructurados, afectados por el paro, los malos tratos o la muerte de algún familiar determinante. Drogas, alcohol y problemas psicológicos les persiguen.
