Según las primeras estimaciones llevaba días muerta en el agua, aunque no fue hasta cerca de las 08 horas de esta mañana cuando varó en la playa de Sobreira, en Coruxo. La ballena, de seis metros de largo, presentaba evidentes signos de haber sido mordida en alta mar.
Un grupo dedicado a los estudios marinos analiza el cuerpo de la ballena mientras la policía local ponía en marcha un dispositivo para el traslado del animal para sacarlo de la playa.