El juez decidirá cuál es el destino de la anciana de 81 años, abuela de la joven Sonia Mouriño, de 21 años, que murió el viernes pasado en Lalín y del tío de aquella, que hasta hoy estaban en una residencia dependiente de aquel concello. Erundina Lalín Reboredo, que perdió en el incendio – provocado por los padres de la joven, que fue asesinada de un hachazo por su madre antes de prenderle fuego a la casa- también a su marido, de 85 años, y el hijo del matrimonio, Manuel Reboredo Lalín, no podrán seguir en el centro municipal ya que carece de plaza para ellos.
Ambos fueron llevados a la residencia tras ser dados de alta en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), a donde habían sido trasladados tras ser rescatados de la casa tras el incendio. El concello se ha comprometido a tener en cuenta la precaria situación económica de ambos para ofrecerles un lugar alternativo para vivir, aunque todo dependerá de lo que disponga el juez que se ha ocupado del caso y que ha decidido el ingreso en prisión de su hija, Carmen Reboredo, que fue la que prendió fuego a la casa tras matar a su hija Sonia, y del padre de la joven, José Mouriño.