Una bomba de escasa potencia ha estallado esta mañana en la Embajada Suiza en Atenas, sin que, según informaciones de la Policía Griega, haya ocasionado víctimas. Es el segundo artefacto que se detona en la capital griega tras el que el ayer hirió a una repartidora de una empresa de mensajería.
También se ha sabido que los artificieros han desactivado otros dos artefactos: uno que tenía como destinatario al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y otro que se había remitido a la Embajada de Holanda. Las autoridades descartan que se trate de acciones de Al Qaeda y apuntan como responsables a miembros de la extrema izquierda del país.