Se formalizará el próximo 4 de octubre, pero tras 8 encuentros cajas y sindicatos han firmado ya el texto del preacuerdo que regirá las condiciones laborales de la plantilla que resulte de la fusión de Caixanova y Caixa Galicia. El pacto laboral, acordado con CCOO y CSICA (sindicatos que representan al 65% de los 7.700 empleados de las cajas), contempla la reorganización de la plantilla y la igualación de las condiciones de los empleados de ambas entidades.
Entre las medidas de reorganización de carácter voluntario destaca el plan de jubilación de más de 1.200 empleados con más de 55 años con un 85 por ciento de la retribución bruta fija anual o bajas incentivadas con una indemnización de 45 días de salario por año con un máximo de 42 mensualidades, reducciones de jornada del 50% con un ajuste equivalente del salario durante dos años.
Además, se recogen otras medidas como suspensiones de contrato compensadas con el 20% del salario durante tres años ampliable a cinco, momento en el que se tendrá derecho a incorporarse a la empresa o rescindir el contrato con la correspondiente indemnización. Y la movilidad geográfica cuando no se pueda evitar el traslado a menos de 25 kilómetros de la oficina de origen o del domicilio del trabajador se compensará con entre 6.000 y 24.000 euros.
Mientras no se negocia un nuevo plan de igualdad, la nueva caja, que entraría en funcionamiento pleno el 1 de diciembre de este año, mantendría la jornada y el horario laboral de Caixanova y el régimen de préstamos de Caixa Galicia.
