La recuperación de los sectores de la construcción y el ladrillo tardará varios años, se ha sufrido un deterioro fiscal y el abultado déficit y el gran endeudamiento con altos intereses por la deuda hacen que la economía española sea muy vulnerable. Por eso Moody’s, la tercera gran agencia crediticia, también ha rebajado la calificación de la deuda de España de AAA, la máxima, a Aa1 con perspectiva estable, un escalón por debajo.
Las estimaciones son que el Producto Interior Bruto de España crezca apenas un uno por ciento al año, por debajo del lento crecimiento de otros países con máxima puntuación. En parte la culpa es de la elasticidad de las importaciones y del ajuste del sector inmobiliario, que no ha puesto los pies en la tierra y se ha resistido a hacer un verdadero ajuste de precios, lo que ha dejado muchas viviendas sin vender.
