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El radar de Red Bull deja sin puntos a los vigueses de Gripaos Racing

Los ganadores, a punto de ser fotografiados por el radar.
Los ganadores, a punto de ser fotografiados por el radar.

Y no es para menos. A 77 kilómetros por hora bajaron la Gran Vía y enfilaron por Urzáiz hasta llegar a Colón, donde estaba la meta. Sin miedo a las curvas. Los vigueses Gripaos Racing, compuesto por José Manuel López y Óscar Chorén, entre otros integrantes, fueron los ganadores de la segunda carrera de los Red Bull Autos Locos en España, un certamen que ha dado la vuelta al mundo y que ha visitado escenarios tan memorables como Estambul, Los Ángeles, Melbourne, Atenas o Budapest.

Las calles de Vigo nada tenían que envidiar a las de Mónaco en un fin de semana de Gran Premio de Fórmula 1. O al Gran Premio de Brasil, que será a donde se vayan los ganadores de la carrera, donde visitarán los boxes del equipo Red Bull Racing y conocerán a sus pilotos. Apenas un minuto y 27 segundos necesitaron para recorrer sin motor los poco más de 700 metros del recorrido con pendientes de hasta el 9 por ciento con su coche artesanal, mezcla de Fórmula y bañera, con el que también lograron la mayor nota del jurado por puesta en escena y originalidad.

Premio que se queda en casa y que les hace compartir podium con los catalanes Cuarzo y Sílice Soaprock, los trogloditas que se compartirán una jornada de pilotaje con Nani Roma a bordo de su ‘buggy kart-cross’, y con Mortadelo y Filemón, venidos de Albacete con toda la ‘troup’. Mucho champán corrió por el podium ya pasadas las tres de la tarde.

El pulpo Paul no faltó a la cita.
El pulpo Paul no faltó a la cita.

Mucho han cambiado las cosas desde la prueba realizada en Barcelona en 2003. Desde entonces, la evolución del diseño de los coches, la tecnología empleada y la puesta en escena de los participantes ha sido espectacular. La mayor inspiración para los diseños la dieron los productos de la tierra (pulpos, percebes, bogavantes o latas de mejillones), pero también hubo casas rodantes, una réplica perfecta de un monstruoso Alien, bañeras rodantes, un caballo de Troya, cohetes espaciales y hasta un ‘Papamóvil’.

Aunque el auto que se ganó el aplauso de los más pequeños fue un ‘Bob Esponja’ rodante, junto al del abuelo de la película “Up”. El único equipo íntegramente femenino generó las mayores carcajadas del público al ‘dar a luz’ a un bebé en pleno escenario y dejando que fuera la ‘recién nacida’, la conductora de su paritorio rodante.

Foto: Alberto Lessman Red Bull Photofiles.
Foto: Alberto Lessman Red Bull Photofiles.

El equipo ganador, “Gripaos Racing”, fue el más rápido con su bañera. Combinando la puesta en escena de sus mecánicos, vestidos con un atrevido bañador que no dejaba nada a la imaginación, su bañera de ‘alta tecnología’ (frenos de disco, chasis super-rígido de doble cuna y perforado, para aligerar peso) han conseguido un merecido primer puesto.

'Carrilanas' a toda velocidad en pleno centro.
'Carrilanas' a toda velocidad en pleno centro.

El día comenzaba con la bajada del piloto de rallyes Dani Sordo a bordo de un rapidísimo auto loco con forma de lata. Sordo ha realizado un descenso perfecto, y las difíciles cuestas viguesas no han sido problema para el santanderino. Sordo fue, además, uno de los jueces de la prueba, junto al varias veces campeón del mundo de trial, Adam Raga, quien con su moto ha realizado una exhibición subiendo sobre varios obstáculos a lo largo del recorrido. El equipo de jueces se completaba con el copiloto de Dani Sordo, el gallego Diego Vallejo, y los televisivos ‘Gonzo’ y Sergio Pazos.

El jurado de la prueba. Foto: Alberto Lessman Red Bull Photofiles.
El jurado de la prueba. Foto: Alberto Lessman Red Bull Photofiles.
El percebe galego, 'on the road'.
El percebe galego, 'on the road'.

Fue una jornada histórica con mucho calor, mucho público y diversión para todos. Lo mejor, la imaginación que le echaron los 63 equipos participantes para una carrera en la que la creatividad contaba; el público también tuvo que echarle valor en muchos casos para escapar de la cerca de 50.000 personas que quiso disfrutar del espectáculo y poder ver la carrera desde el ‘palco’.

Bajo el sol de Vigo.
Bajo el sol de Vigo.
La vuelta al andamio.
La vuelta al andamio.

Aunque hubo quien encontró tiempo entre participante y participante para entretenerse con otras cosas.

Los mejores palcos estaban más que disputados…

… y había que huir del calor como fuera.

Los boxes también dieron juego, sobre todo al público. Abiertos desde las 9 de la mañana, no hubo vigués que no se pasara por la zona, en la calle Venezuela, para sacarse alguna fotillo o admirar a los equipos, todos ataviados con su ropa de ‘faena’.

La vuelta al andamio.

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