Con ataques, al menos la explosión de dos bombas y cuatro muertos por el impacto de cohetes. Así arrancaban esta mañana las elecciones en Afganistán para elegir su segundo Parlamento justo un año después de la celebración de unas elecciones presidenciales desastrosas. Los colegios, abiertos de 07 a 16 horas, han sido el objetivo del llamado ‘boicot’, ya que un trabajador de la Comisión Electoral en Khost resultó jerido por el estallido de una bomba en el interior de un colegio y el gobernador de Kandahar escapó de la explosión de una mina artesanal cuando acudía a votar.
Y de nuevo la sospecha de fraude vuelve a planear sobre unos comicios en los que hay más de 2.500 candidatos para una cámara legislativa con tan sólo 249 escaños. A pesar de las medidas especiales tomadas por la Comisión Independiente Electoral y de la vigilancia se espera que las urnas estén llenas de votos falsos.
