El presidente del Gobierno debe haber pensado que con la crisis que sufre el país es suficiente y ha reunido a sus tres vicepresidentes, María Teresa Fernández de la Vega, Elena Salgado y Manuel Chaves, además de llamar a varios ministros, empezando por el de Interior, , para decirles que no habrá cambios en el ejecutivo.
José Luis Rodríguez Zapatero, que este año no se irá de vacaciones, está centrado en aprobar las reformas económicas y no en deshacerse de alguno, o varios, de sus tres vicepresidentes, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, o el de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Esto eran los rumores que, en el seno del Partido Popular, como han ido pregonando algunos de sus responsables, se extendían hasta la propia dimisión del presidente cuyo asiento sería ocupado por el ministro más valorado del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la vuelta del verano.
