Batacazo de Alemania ante los serbios, en parte por culpa de la roja a Klose. De nada sirvió su estreno con goleada ante Australia con un 4-0, su segundo partido en el Mundial de Sudáfrica fue como si se le gripara el motor a los germanos. La selección dirigida por Radomir Antic no hizo un encuentro brillante, pero resistió a base de sabotear a Alemania la conexión entre los jugadores. Serbia se echó hacia adelante para evitar que los alemanes tuvieran la posesión y diera pie a genialidades. Y la jugada le salió bien: acabó con un 0-1 en el marcador.
Un partido lleno de patadas a destiempo que acabó con la expulsión de Klose por doble amarillas tras una segunda patada alta impropia de un veterano. Y en medio del caos llegó el gol de Serbia, milimetrado y ensayado hasta la saciedad por los de Antic con un remate de un Jovanovic sin nadie que le marcara.
La segunda parte fue distinta: los serbios salieron a amarrar el resultado y se metieron en su área provocando más de una ocasión para el empate. Pero no lo consiguieron ni con un penalti marcado a su favor. Ahora se juegan el pase a octavos frente a Ghana.
