El tipo cumple 80 años. El mismo que disparaba sobre el hombro de Shirley MacLane, Harry el Sucio, el bueno, del ‘Bueno, el feo y el malo’, Willian Munny (“os aconsejo que enterréis a Ned o volveré y mataré a vuestras familias, a vuestros amigos y quemaré vuestras casas malditos hijos de perra”), el fotógrafo de los Puentes de Madison, el genio que estaba detrás de la cámara en ‘Bird’, el cazadoz de ‘Cazador blanco, corazón negro”.
Cinco Oscar, otros tantos Globos de Oro, 35 películas como director y casi tantas como los años que tiene desde hoy, 80, como actor, adornan una carrera que empezó hace 55 años y que, a falta de que se estrene ’Hareafter’, con Matt Damon y Bryce Dallas Howard, y pensando en ‘Hoover‘, una biografía sobre el fundador del FBI, empezó como realizador con Escalofrío en la noche (1971) y le llevó a lo más alto con ’Bord’, ’Sin Perdón’ o los ’Puentes de Madison’.
El jinete pálido, que acudió a recoger su penúltimo Oscar del brazo de su madre, que firmó Mystic River y que acaba de llevar al cine la vida del único santo que aún vive, Nelson Mandela, a lo mejor hoy le ha dicho a alguien, “alégrame el día”. Dicho y hecho, mister Eastwood.
